Última colmena. Última colmena. Última colmena.
Vino con sal gorda del Lord Pengallan y el Espermatozón Rodríguez.

jueves, 3 de enero de 2008

Última colmena 1.


Página 1 de 3: Donde por fin conoceremos el verdadero Amor y lo bonito que es vivir. Un futuro espectacular en el que todos calzaremos moscas.




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Ha sido Él. ¡Él ha vuelto!

Última colmena 2.


Página 2 de 3: ¡Todo es entusiasmo! El candor y la simpatía de nuestros personajes brota irresistible atiborrando el escenario de moscas y números.









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Última colmena 3.

Página 3 de 3: La felicidad se redobla. Y como dicen los idustriandos franceses:

"No queda nada nuevo que inventar".




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Lectura jurídica:
Dibuja el Lord Pengallan quien juró solemnemente, y así se hizo constar en su declaración firmada del día 1 de enero del 2008 a las 00:06, no haber sido sometido a abuso físico o psíquico alguno por parte del Espermatozón Rodríguez durante el período transcurrido entre la realización y la publicación de este tebeo gratuito. Por lo tanto, todos los males económicos y morales que aquejan actualmente al dibujante Lord Pengallan solo son atribuibles a la lectura complaciente de nuestro Código penal o a una deficiente alimentación.
"Dan fe de ello el Tití Ribiera, el Adefesio enmascarado, Don Tonto Torrón y uno que pasaba por allí y nos debía un favor."
Así, este tribunal dará cumplida orden administrativa para la mejora del servicio de comidas, cuchipandas y desayunos, de la cafetería de estos juzgados y condena al dibujante a realizar una tournée a lo largo y ancho de la parrilla televisiva española hasta que se torre o haya resarcido económicamente a su libretista.

Edición integral de Última colmena.

Las palabras son un desperdicio en un matrimonio como el nuestro, te saltan a la boca y ya jamás te sueltan. Si no lo creen miren lo que se han hecho todas aquellas emisiones de cariño que yo cruzaba con mi cerdo y con sus más de cien quilotones de esperanza dispuestas hoy en forma de chorizos, morcillas y muchos otros alimentos que cuelgan en la despensa de este rústico blog.
La palabra está sobrevalorada. ¿De qué les sirven a Antonio y a Ismael las viejas grabaciones con los berridos cochinaceos de nuestro puerco cebado? El pimentón, las especias y estos gordos salchichones representan mucho mejor que las palabras lo que ha sido para nosotros convivir durante tanto tiempo -el tiempo en la internet no se parece en nada al que ustedes disfrutan en televisión- con esta problemática mascota. No quieran creer que tener un marrano de crianza es cosa sencilla, aunque sea en un ático superdomótico de tanto lujo como el de Lord Pengallan (el Antonio de toda la vida) . Los olores, los roces, las mordidas a destiempo... los innumerables inconvenientes que arruinan la vida diaria de cualquier joven pareja española con un hijo recién parido se acrecientan por mil cuando el niño resulta ser un cerdo. Las subvenciones estatales para pienso transgénico de engorde son insuficientes, una broma.
¿Y el Foro de la familia? Ni caso, en misa y ronroneando por su propio cerdo (un animal imposible, pues quieren hacer creer que con su desnutrido costillar aún se puede dar de comer a medio mundo y golpear al otro medio).
El señor Espermatozón Rodríguez tiró de cuchillo e hizo hablar al cerdo por última vez. Pero ha sido el ["menos viril, menos guapo y menos rico"] Lord Pengallan quien tuvo que recoger la sangre, trocear y salar el cuerpo del bicho, disponer sus tripas y hasta preparar la comida para que todos ustedes pudieran disfrutarlo como se merecen. Aprovéchenlo, no hay nada como lo natural y cualquier parecido con la fabada enlatada del anuncio aquel es mera coincidencia.

[Para leer en toda pantalla con cualquier programa de imágenes, CDisplay o lo que sea.]



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Nota final: en caso de intoxicación alimentaria comiencen a rezar, los autores no fueron vacunados durante la realización de ÚC.

martes, 25 de diciembre de 2007

El Espermatozón, guionista y artificiero.

Notas de Gobierno y Despresurización informativa de artículos de sociedad.
"Con motivo de los fastos organizados en conmemoración del Suicidio estatal de nuestro amado Caudillo la [revista] [Quo Quarne] tiene el placer de dedicar íntegramente su número de este [mes] a glosar la figura de nuestro colosal estadista y Jefe del estado."

El Espermatozón Rodríguez, guía espirituoso y amante despensero de nuestra arca social de derechos humanos, cumplirá próximamente su tercera 'especiación pseudocarnal'. Nuevamente los mejores órganos de entre los mejores cuerpos que la Demacracia ha seleccionado durante este último año comercial serán puestos a disposición del Cuerpo Central de Reencarnaciones Industriales dependiente de la corporación del AMOR.
No queremos evitarles, amigos lectores, el recuerdo del día en que con su basta mano removió el fondo del puchero de nuestro potaje jurídico para engendrar una sociedad mejorada. Un mundo de elogios y protuberancias urbanas repleto de bellos puentes cilíndricos cuya liturgia de paso exige que sean rodeados en vez de transitados como bárbaramente se acostumbraba a hacer en el pasado siglo XX. Esa época candorosa de las dos mil guerras mundiales que desencadenó el enfrentamiento de las Compañías de frontera adscritas a la legendaria Almíbar International Oil Boarding, y a cuyo holocausto -para desgracia de los ecoguerreros del maxilar enfrentado que lo promovieron- sobrevivió casi la mitad de la población terrestre actual. El amado líder Espermatozón no es otro gobernante más, pues sus íntimos guardaespaldas saben que detrás de su traje de duramita plástica nuestro Caudillo tiene un poeta escondido. Como uno cualquiera de los mejorados hombres holocausticos la gasificación de piel y huesos lo dotó con poderes extraordinarios, en su caso de un dominio completo de la poética humana. "¡No solo de glándulas endocrinas vive el hombre moderno! También es necesaria una poesía general en el exterminio de las letras."
Ensayos, obras de teatro y sentencias de retiro orbital colman el grueso de su producción literaria. Pero es el romance gráfico el medio artístico que más satisface la líbido del Espermatozón Rodríguez pese a que, curiosamente, también es en el que menos se ha prodigado. Aunque este mismo año el triunfo editorial de su enciclopedia para menores 'No ve, no arte' y la próxima publicación de Última colmena junto al dibujante y conductista Lord Pengallan pondrán fin a esa extraña situación.
En palabras del Real Censor de la Biblioteca Nacional del Monzón: "Última colmena se trata de una obra bella, contraceptivamente dramática e insinuante, que hará las delicias de los seguidores del subgénero de amor y fantasía atómico del que con tanta honestidad se han nutrido las calotas craneales de ambos autores."
Y que mejor manera de soportar los doce duros minutos de ausencia de nuestro Caudillo durante el proceso de transformación que leer su Última colmena. Seguramente, él espera que lo hagamos ya que todo lo demás carece de interés para el pueblo plano, y cuestiones tales como qué sorpresivo resultado nos deparará esta temporada de otoño-invierno el bombo genético de la corporación AMOR resultarán vacías e intrascendentes en comparación. "¿El psicópata de la tasa internanual, el romántico del marketing del estado o un border line papal?" Sea cual sea el producto de la repetición de esta decantación de la nueva configuración genética del Espermatozón Rodríguez el planeta se beneficiará de sus cualidades innatas para los trabajos de gobierno de la masa.
Editorial.
¡Feliz ululuración craneoembrionaria, líder temido!

Cassiopaean Experiment.
Teratología.
Esencia 21 (gatos de cabeza de conejo).

domingo, 23 de diciembre de 2007

No nos hemos olvidado de las abejas.

Ocurre que ya no están ahí. Y la razón de su ausencia no la alcanzamos por más que tiramos de garfios o anzuelos. Tampoco se dejaban ver los condenados insectos aunque sabíamos que bailaban muy cerca de nosotros. Pues se las escuchaba de cuando en cuando.
Unas veces por evaporación onírica, otras por un soñar despiertos, siempre se nos escurrían de las manos yéndose a parir cigarras justo por donde se perfila la mirada de los dos artistas. Mucho antes de llegar al horizonte, mas o menos hasta la punta de nuestras narices.
Como no era cosa de seguir sintiéndolas a nuestro alrededor todo el rato sin verlas ni que fuera un instante o medio segundo, acabamos imaginando que a fuerza de volar y volar durante tantos años de persecución invisible alguna tendría que haberse estrellado contra una ventana o una cornisa. Yo las querría haber visto a todas debajo de un gran matasellos pero no encontré ninguna.
De nuevo, tuvo que ser el Lord Pengallan quien terminara por encontrarlas -"¡Maldito suertudo!"-. Cientos de miles, tal vez millones de cuerpecitos quitinosos dormían debajo de su cama. Enmohecidas, muertas y secas, allí estaban esos bichos bailones. Sorprendido ante la agradable noticia del hallazgo de mi amigo acepté su invitación para zapatear a los condenados monstruos zumbadores. Lastima que para cuando llegué a la cita de toda aquella montaña cuadrada de tumefactas criaturas ya solo quedara una. Un descomunal tazón de leche a medio terminar y la pequeña momia perfecta con forma de abeja. Sin embargo, no se trataba de una reliquia sino de un espécimen portentoso con trece cabezas y tres aguijones que ahora estudian en los laboratorios del Vaticano. ¿O era en la capilla de la CIA?
Es lo mismo. El caso es que, después de llevar una vida de desastres y mutilaciones ambientada con el mortal soniquete de la apis melifera de los cojones, cualquier actividad cotidiana nos resultaba insulsa. La vida se volvió insoportable para nosotros. Y mucho más la vida alrededor del telediario, cuya sintonía, aunque parezca mentira, jamás habíamos escuchado antes gracias a aquel añorado zumbido.
A pesar de armarnos con una zambomba y una botella de anís del mono no conseguimos olvidar a nuestras abejas. La realidad era demasiado poderosa y el 'raca-raca-raca' que sacábamos de la botella de anís no resultaba lo suficientemente estridente como para acallarla. Y por eso trajimos a las moscas.
Mucho más hechas al calor del hogar, las moscas son quizás menos organizadas pero bastante mejores que cualquier otro artrópodo para proporcionar compañía a los hombres. ¿O no?
¿Por qué debería preocuparnos la desaparición de las abejas? ¿Acaso no pueden realizar las moscas sus mismos trabajos?
"¡Uuumh, miel de moscardón! Igualmente nutritiva, 100% afrodisiaca y española."
De manera diferente, más materiales o prosaicos, algunos van a intentar detener este proceso genuinamente evolutivo por el cual, pasito a pasito, vamos a ir cambiando las abejas por moscones. Querrán enseñarnos cuentos tontos como ese tan viejo según el cual las abejas habrían nacido de un toro podrido. O nos vendrán con que la abeja acompañaba al arco iris, vete tú a saber. Porque estos científicos de las naturalezas ocultas pueden utilizar cualquier excusa impalpable de las suyas para evitar que los cambiemos por moscas. Nuestros futuros ángeles benefactores de la producción en masa de obreros superespecializados que Antonio (el Lord Pengallan) y yo (Ismael, el Espermatozón Rodríguez) hemos imaginado para un tebeo de próxima aparición titulado Última colmena. Claro que esperamos que pronto sea más que un tebeo y se puedan sustituir a las abejas por moscas. También, como no, a los mismos hombres por alguna otra cosa parecida a las moscas. Hombres-mosca, mosquihombres... ¡Lo mismo da, con que sepan montar una rueda será bastante! La cosa es salir rodando a escape de la Tierra.
Este es nuestro consejo:
Si ven una abeja merodeando mátenla, no pasará nada. No obstante, cuando sufran el acoso de uno de esos charlatanes socialistas que les hablen del rey Glauco, de la miel y la muerte, o de dioses que fueron alimentados por bichos sonrían impacientes hasta que la policía se dé la vuelta... ¡Y a la cuneta con él!
Recuerden, una Nueva Edad de Oro se nos viene encima y no pararemos hasta que no quede una sola abeja.Compra acciones de Última colmena antes de que sea demasiado tarde!"

El hombre y la mosca. José Ruibal.
Aracnec. Los artrópodos y el hombre. Antonio Melic.

sábado, 22 de diciembre de 2007

¿Dónde están esas abejas?

Cuando un gallego nace sus padres saben que las abejas acabarán zumbando por él. Aunque los felices progenitores no puedan llegar a vivir el tiempo necesario -ni el Lord Pengallan ni yo le deseamos esa suerte a ningún padre- como para escuchar a estas abejas bailar por sus retoños, no ignoran que los bichos saldrán zumbando de un momento a otro otro. Las abejas, por supuesto.
Y es importante recordarlo porque no sabemos que ocurre hoy en día con 'estos insectos tan fascinantes' (1). Se mueren, desaparecen o mudan en travestidos avispones asesinos. Puede ser el cambio climático, la extraordinaria tasa de residuos orgánicos que despiden minuto
a minuto nuestras alcantarillas a los ríos y mares o el aumento alarmante de la producción de esa chocolatina con relleno de miel siderúrgica en cuyo interior nunca dejan de aparecer dos o tres abejas. Y sí, también podrían ser los insecticidas pero como quiera que todos estos sabrosos productos cotizan en bolsa quizás prefiramos no averiguarlo después de todo.
La bolsa de Manresa, el mercado de Pekín y la Iglesia de Constantinopla están detrás de este lento asesinato. Su nombre es CONSPIRACIÓN.
¡Jejeje!, ese sustantivo impregnaría nuestro pequeño homicidio colectivo de un gran interés humano. La Televisión ganaría dinero, el futbolista tendría su foto y las abejas serían estampadas contra los muros de los museos de aquí a Estocolmo. No, la publicidad tampoco parece la solución. ¿Qué podemos hacer?

Tanto Antonio como yo, el Ismael mismo (2), nos quedamos asombrados el otro día -bueno, hace unos meses ya que seguimos así de asombrados y aún se nos nota en la cara- viendo un programa en la tele que trataba con gran agudeza este tema de la muerte. De la muerte de las abejas, claro.
El programa era
El escarabajo verde y el título de su emisión describe con sencillez el tema al cual se dedicó: "Un mundo sin abejas" . Apenados, al mismo tiempo encorajinados y sin dar con un curso de acción que pusiera fin a la desaparición de la apis melifera esa acabamos por hacer un tebeo. ¡Eh, tranquilos! No es el momento de gritarnos, pues desde entonces producimos menos basura y la reciclamos mejor. Encima tratamos de besuquear a toda cuanta mujer se nos pone por delante. ¿Qué más nos pueden pedir, señores? Ya, la paz en el mundo y el regreso a la parrilla televisiva de la telecomedia Get a life. Descuiden, mi socio trabaja en ello actualmente (sí, hoy mismo partía hacia Washington para arreglar lo de la paz en el mundo).
Al final lo hemos soltado, el Lord Pengallan y el Espermatozón juntos en una producción pornográfica de gran presupuesto... ¡Olvídenlo, ese proyecto no existe! Se trata de un sucio bulo lanzado desde las empresas tabaqueras internacionales y algunas grandes editoriales españolas para hundir nuestro tebeo.
Sí, hemos hecho una historieta de tres páginas motivados por el ocaso de la apis melifera aquella. Para ayudar, ya saben, sin que se note demasiado. Que para eso sirven las historias desde mucho años antes de que algunos artistas decidieran utilizarlas para encuadernar sus vómitos. La nausea, el gran pensamiento y todas esas cosas que fascinan aún a propios y extraños. Bueno, justo es reconocerlo, mucho más a los propios autores que a los autores extraños.
¡Uf, menudo charco! Charco de mocos. Ya nos dijeron que sería difícil, que no encontraríamos piedras en el camino sino imperturbables monolitos. Florecientes, cuadrados y completamente lisos monumentos a la nada.
Pues nada, aquí estamos para dejar un tebeo gratuito... "¡¡¡Sabandijas, ladrones!!!" Disculpen al dibujante es que tuve que obligarle a que dejará a su novia aparcada durante la realización de este tebeo y creemos que ha podido llevársela la grúa municipal. No se preocupen por él.
Última colmena, un tebeo gratuito del que yo como gallego (de esos ejemplares que parece que nunca hablen gallego) he quitado las abejas. Y al que Antonio (el Lord Pengallan) ha rellenado de lindas moscas, supongo que por la cosa de vivir aquí en Madrid o por una manía suya (la comunidad o el ayuntamiento, la televisión autonómica o el Atlético que no gana un partido... nadie lo sabe). Próximamente (3).

(1) Un copyright de sir David Azteumporrought gestionado por la Virgyn de Inglaterra del que nuestro blog ha adquirido recientemente su licencia española (estás en lo cierto, amigo lector, no será la última vez que hagamos uso de esta frase).
(2) Sí, el mismo. El que se recorre toda la blogósfera en un solo día desnudo y con los reales al viento. Ya sabéis, aquel que le dijo a Maribel Verdú eso tan famoso de "Tu a mí no me llevas a los Goya. Con esos pelos no...".
(3) Cuando se pueda o nos dé la gana.

viernes, 21 de diciembre de 2007

El recreo del Espermatozón Rodríguez, un dictador con solera.

Tengo miedo. Mis pulmones fríos, las sienes calientes que ya no siento mías y unas rodillas como dos estacas húmedas de pino gruñen para que me detenga. "No vaya más allá de lo recomendable. Muéstrese ante todo humilde y no olvide que su cabeza debe situarse siempre por debajo de los hombros de nuestro Jefe del estado." Debo recordar, debo recordar...
¿Cuántas vueltas habré dado ya en esta chata cuenca de retiro orbital? Una, tal vez más. Sí, puede que haya rotado una vuelta completa. Y no tengo sed por lo que apenas habrán transcurrido unos cuarenta minutos desde que me desperté.
Veamos, el procedimiento de suspensión se inicia con una hibernación de dos años a los que siguen otros dos más durante los cuales se procederá a la tramitación ejecutiva de la destitución que necesariamente ha de ser llevada a cabo para la posterior notificación del despido o jubilación. No me siento mareado ni me acosan las imágenes de mi nacimiento en la cubeta de rapport como cuentan que sucede durante el primero de los seis ciclos del impulso-sueño y la liberación promo. Recuérdalo, "El que trabaja puede salvarse, el que trabaja puede reintegrarse."
La vieja regla aprendida de memoria siempre fue el mejor estímulo para servir con eficacia en la redacción del Periódico Demacrático del Programa y también me servirá para salir de esta. Volveré a casa aunque me lleve todo un año, si las paredes negras de la cuenca orbital siguen regenerando el aire y alimentándome durante los períodos de sueño inducido sé que puedo conseguirlo.
¿Qué ha ocurrido? Otro nuevo ciclo, debo comenzar a correr de inmediato. Pero no puedo moverme hace demasiado calor y me siento tan débil. Tengo sed.
Las paredes de la maldita bola no han funcionado. Probablemente, algo malo haya sucedido mientras caí en el segundo impulso-sueño. Un pequeño meteorito, puede que basura espacial del siglo veinte... ¡Eh, qué demonios ocurre! ¡La cuenca gira! Vuelve a dar vueltas. ¡Umh, nooo! ¡Aaah!
Creo que el traje se ha dislocado un hombro. Mi forma no es la correcta. ¿Pero cómo? Algo debe estar golpeando mi cárcel orbital, estoy perdido. Nunca me reintegraré en mi puesto.
Pienso que tengo sed.
Yo... yo tenía que recordar algo. Soy periodista y creo "La Demacracia se extiende incorregible por todo el globo. Los ojos de los trabajadores no pierden de vista a su líder y los pueblos de oriente tienen su esperanza puesta en nosotros. Ahora que hemos terminado con el yermo sudamericano nosotros también estamos listos para ellos. ¡¡¡Guerra!!!" ¿Mi entrevista con el Jefe del estado fue tan importante? Quiero recordar, tengo que intentarlo todo.
Probaré hasta presionar el ganglio correcto tal como nos instruían en las cadenas de despiece de la escuela de precipitación social. Si venzo me convertiré por unas pocas horas en sonámbulo, dormido y en movimiento podré recordar así que ocurrió para que me apartaran. Debe ser justo aquí:
Bellos muebles. Frascos, pieles inmóviles y un olor a padre como no he conocido. ¿Sería esto aquello que llamaban la muerte? Cuando todavía existía el animal y las cosas aún podían morir. Líder, ¿de qué dependen los hombres?
-Los hombres penden de mi mano luego caen al Amor y sufren mis deseos. Con cada nueva remesa de hombres tres de las anteriores son recicladas. De generación... ¿Le gustan las pieles, sr. Ismael-981?
-No son como las que nosotros vestimos.
-¡Jajaja! Hoy llamamos piel a nuestros trajes, es cierto. Sin embargo, estas que ve son pieles auténticas. Nada más que pellejos de animal que una vez, de ello hace mucho tiempo, estuvieron vivas. Tóquelas y observe como al contrario que nosotros ellas no estaban huecas ni necesitaban de uniformes que contuviesen sus cuerpos.
-¡Es increíble!
-No, simplemente es maravilloso. Así lo decían cuando yo era niño. Aunque no fui un animal también yo tuve una piel propia y huesos como los de este pequeño león. Algo más grandes supongo, ya no los recuerdo.
¿Ha leído algo sobre el cabello, los pelos? No me responda, sé lo que ha leído. Lo que han leído todos y lo que cualquiera puede decir. Además, sabemos que ha visitado la Última colmena y ha conocido a las moscas. Quizás no averiguó nada sobre la decantación del Ser pero estuvo allí.
-...
-¡Oh, no se preocupe 981-I! Usted únicamente realizaba su trabajo y no tiene el deber de comprender. Y alégrese, va a ser el primer humano al que verdaderamente asesinamos desde que asumí el poder. No sé si resultará doloroso pero, al menos, debe pensar en el consuelo que supondrá experimentar la auténtica muerte y no el reciclaje de nutrientes que sirve de alimento a nuestras jóvenes camadas.
-Pero yo...
-¡Silencio! Tome su ficha y diríjase a las oficinas del Central para un lanzamiento inmediato. Después de tantos años yo, el Espermatozón Rodríguez, vuelvo a derramar sangre sobre las palmas de mis manos. La carne, el recuerdo de la carne y la juventud me envuelven con su caricia maternal.
¿Dormido? Demasiado, demasiado calor. Imposible respirar. Quizás me queden unos minutos y aún pienso que debería tener sed. También hambre.
Ni líquido ni comida... Sin aire. Las costumbres más agradables son también las más difíciles de olvidar, aunque sigo pensando que debería tener algo de sed. ¿Me pregunto si será cierto que solo unas décadas antes de mi precipitación en la cubeta de rapport los hombres necesitaban beber, comer y respirar a cada instante?
¡Más impactos! La temperatura comienza a ser insoportable, mi piel se derretirá y me consumiré por dentro. "¿Una muerte auténtica?" Si muero es porque, como esas otras pieles que vi en mi entrevista al Caudillo Espermatozón, en cierta forma yo estuve también vivo. Se parece a... Es lo que cantaban aquelllos disidentes paulistas justo antes de ser transformados en alimento: "Lejos, muy lejos del circuito ininterrumpido de nacimientos y reciclajes, junto a las estrellas y los navegantes se haya olvidado nuestro postrero consuelo. Viaja, viaja al confín del universo hombre-pequeño y conoce a las estrellas. ¡Osa en el cielo, Osa en la tierra! Viaja, viaja hombre-pequeño hasta el confín del universo y lleva contigo la llave del cielo!"
- Gran disparo, sire.
- Sí, esta vez le di de lleno. He colocado la bola 981-I muy cerca. ¡Hoy también le ganaré la partida al subcomandante Alonso. ¿Cómo le va a mi amigo?
- Una última jugada horrible, sire. El telescopio de la ESAC muestra que su láser impactó con demasiada fuerza en la cuenca de retiro orbital del 893-I.
- ¡Llámalas bolas, muchacho! ¿Te he contado alguna vez a qué jugábamos en el siglo veinte? Es igual, prepara mi láser. Colaré la bola del 981 directamente contra el Sol en una carambola perfecta.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Apenas una noticia sobre el dibujante.


Conocí al Lord Pengallan durante sus primeros años de cría. Cuando aún se encontraba inmerso de lleno en el duro y muy estrecho proceso de alistamiento social que por aquel entonces nos gustaba llamar jardín de infancia, guardería o matraz inhibidor de concentrados sexuales.
Sus lamentos, sus terribles lloros de larva desnutrida, hicieron de él una fuente continua de incordios y desequilibrios; de tal forma que en más de una ocasión nos sentimos obligados a aislarlo durante meses. Creo recordar ahora que, alguna vez, por más de tres años.
Puede que a los pedagogos modernos les parezca un período excesivo, pero en el pasado siglo XX nuestros centros para la imitación limitada (el equivalente de las actuales escuelas de precipitación social) no disponían de tan avanzados métodos de enseñanza como los que hoy se pueden encontrar hasta en el más pequeño de los campos penitenciarios escolares. La inyección de Ittelson, la implantación de células granuladas en el cerebelo y otros muchos milagros de la química del comportamiento aún no eran más que bellos sueños en las mentes de los creadores de la bomba supratómica. Créanme si les digo que no hacíamos más de lo necesario con mucho menos de lo que hubiera sido posible.
Lord Pengallan era uno de los espécimenes con que mayor saña habíamos decidido apostar de toda aquella remesa de incubación. Poseedor de una imaginación y unas habilidades plásticas sobresalientes parecía destinado como tantos otros de similares características a acabar transformado en subproducto nutricional para nuevas larvas. Si no fuera, claro, porque yo me había propuesto conducirlo de manera que cuando los demás jugaran a introducir lapiceros y rotuladores en sus cloacas él prefiriera clavárlselos en el pecho para dibujar con su propia sangre paisajes electrónicos en las espaldas de sus hermanos. "¡¿Y me preguntan si me sorprende el triunfo de Última colmena entre el público y la crítica?! Yo escogí a ese gusano en el mismo instante en que comenzó a morder al resto de sus compañeros de camada."
Conversación con el Educador Zagreus-381 (transcrita manualmente tópico tras tópico).

Los primeros pasos: "Dominando el fuego."


Última colmena. Última colmena. Última colmena. Última colmena.